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Cocinar los alimentos sin sal y no poner el salero en la mesa.
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Comer con moderación y tratar de evitar el consumo de los siguientes alimentos:
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Comida instantánea.
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Aderezos y condimentos.
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Carnes frías y embutidos
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Quesos
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Comida rápida.
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Bebidas refrescos, refrescos light, agua mineral, café y té negro.
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Preferir el consumo de los siguientes alimentos:
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Énfasis en el consumo de frutas, verduras
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Productos lácteos bajos en grasa: leche descremada, yogurt light y quesos bajos en sodio.
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Cereales integrales: pan integral, avena, salvado de trigo.
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Leguminosas: garbanzo, lentejas.
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Pescado, aves de corral
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Oleaginosas: nueces y almendras
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Aceites vegetales: oliva, cártamo, girasol, maíz
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Para mejorar el sabor de los alimentos los puede sazonar utilizando: hierbas de olor, ajo y cebolla, especias y jugo de limón.
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Revisar las etiquetas de los alimentos y verificar que estos contengan:
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Sodio debe ser < 100 – 140 mg/porción.
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Limitar el consumo de alcohol a no más de 2 bebidas al día (2oz de cerveza, 10 oz vino o 3-8 oz whisky): 2 copas en hombres y 1 mujeres o personas de bajo peso ya que aumenta en por lo menos 3mmHg la presión arterial.
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Suspender tabaquismo (ya que la nicotina y los productos secundarios del humo intervienen en el inicio y la progresión de la ateroesclerosis dañando las arterias del cerebro y corazón).
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El riesgo de desarrollar HTA es de 2 a 6 veces más alto en individuos con sobrepeso (un IMC mayor de 27) que en personas de peso normal.
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El exceso de grasa abdominal acompaña de un mayor riesgo de hipertensión arterial.
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Un mayor grado de actividad física produce un descenso en la presión sistólica y en la diastólica de 6 a 7mmHg.
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